Hay momentos en los que la realidad parece quebrarse y el mundo revela sus fisuras. Entonces, quien transita el camino descubre que aquello que creía comprender era apenas una sombra de lo posible. La vida, en su misteriosa paciencia, muestra que existen verdades más allá de los sentidos, y que el origen de la existencia no es una respuesta, sino una pregunta que permanece.

El viajero aprende que la mente y la materia están unidas por hilos invisibles, que los pensamientos moldean los contornos de su mundo y aun así continúa preguntándose quién es en este vasto universo. Siente el temor de vivir sin propósito y el miedo de morir sin haber despertado. En ese umbral, los demonios aparecen: los del pasado que muerden la memoria, y los del futuro que desgarran la certeza del porvenir.

Pero llega un instante —sutil como un suspiro— en el que el caminante decide dejar de morir en vida. Entonces los demonios, al ser mirados sin rechazo, comienzan a transformarse. Se revelan como ángeles disfrazados que liberan, como sombras que solo pedían reconciliación. Y así comprende que incluso las personas o sucesos que parecían una desgracia quizá debían llegar, pues fueron la puerta hacia la vida que siempre había deseado: la vida donde habita la paz. Todo depende de los ojos con que se mire.

Quizá esta reflexión anuncia el primer sencillo de algo grande que, si el destino lo permite, verá la luz en algun momento de la vida. Este primer tema, La Escalera de Jacob, ya se encuentra disponible en Bandcamp, SoundCloud y algunas plataformas.